Era una idea que me rondaba por la cabeza desde hacía varios cursos, pero como muchas otras ideas, estaba esperando el momento adecuado, la clase adecuada. ¡Y llegó!
A principios del segundo trimestre, se invitó a las familias que quisieran, y pudieran, a leernos.
¿Y qué más tenemos que hacer?, me preguntábais.
Pues nada más, escoger una historia, el libro que queráis, traerlo al cole y leerlo en nuestro momento de asamblea matutina.
Después de un par de meses, finalizaron las lecturas de las familias. Ha habido de todo: historias, cuentos, fábulas, diarios, libros informativos, poesías... y los momentos vividos han sido muy especiales.
Ahora estoy segura que esta actividad es muy enriquecedora y volveré a repetirla siempre que pueda.
Gracias a todos y todas los que habéis podido participar. Y, a los que no habéis podido, os animo a participar en próximas invitaciones al aula (que ya tengo alguna en mente).
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